Arte de gobernar
Arte de gobernar
Gobernar no es sólo mandar, aunque se mande bien. Gobernar es, muy principalmente, orientar y dirigir. Dirigir es ordenar. Es observar. Es precaver. Es vigilar. Es amar y sufrir. Es disgustar. Es tener un plan. Es aconsejar. Es rectificar. Es educar. Es meditar. Dirigir no es fácil, es costoso y molesto.
El que manda no necesita ser talentoso: basta con que sea inteligente; no necesita ser sabio; basta con que sepa mandar; no necesita ser santo: basta con que sea bueno; no necesita ser un Cid: basta con que sea valeroso; no necesita ser un Colón: basta con que sepa orientar; no ha de ser un Galeno, pero ha de saber Medicina y Cirugía. El Estado liberal se hundió por sobra de oradores y falta de directores, por sobra de listos y falta de competentes, por sobra de parientes y falta de padres de la Patria, por sobra de leguleyos y falta de legisladores, por sobra de curanderos y falta de cirujanos operadores.