Comentario a las lamentaciones de Jeremías
Comentario a las lamentaciones de Jeremías
Y aconteció que, después que Israel fuera reducido a cautividad, y Jerusalem quedó desierta, se sentó el profeta Jeremías llorando, y profirió estas lamentaciones en Jerusalén, suspirando con el alma y profirió estas lamentaciones en Jerusalén, suspirando con el alma en amargura y doliéndose dijo: ...
¡Cómo está sentada solitaria
la ciudad llena de pueblo!
Ha quedado como viuda
la señora entre las naciones;
La princesa entre las provincias
quedó sujeta a tributo.
(Lam. 1,1)