El orden sobrenatural

El extremo analógico que le permite a Santo Tomas penetrar como nadie en el misterio de la Santísima Trinidad no fue la psicología del alma espiritual, consideración que pertenece al ámbito de las ciencias naturales, sino la estricta gnoseología atomista, que no es otra cosa que la consideración metafísica de las operaciones espirituales y de los productos del conocimiento y del amor, consideración de orden estrictamente metafísico por la universidad del intelecto y de la voluntad. La misma universalidad del ente, que exige la doctrina de la participación del esse en la esencia, es la que se da en el intelecto, exigiendo una doctrina análoga entre especie y esse mental, y la que se da por ultimo en la voluntad, pidiendo un análisis equivalente. Esta gnoseología estrictamente atomista es la clave que permitió a Santo Tomás su profundísima, clarísima, ortodoxísima y novedosísima exposición del misterio de la Santísima Trinidad. A quien haya tenido la paciencia de seguirnos en nuestro minucioso escrito no le parecerán exagerado - creemos- tantos superlativos.