El problema de la reforma litúrgica
El problema de la reforma litúrgica
Bajo el Pontificado de Pablo VI (1963-1978), una importante reforma afectó la liturgia romana. En seguida estallaron controversias que no han dejado de crecer hasta el día de hoy. Fieles, sacerdotes, obispos y cardenales- cada vez mayor número- manifiestan su perplejidad ante la situación actual, y su deseo de ver revivir más ampliamente la liturgia anterior al concilio Vaticano II.
Por iniciativa de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, pastores de almas calificados en el orden teológico, litúrgico y canónico, han redactado esta síntesis de algunas de las más importantes dificultades que la reforma litúrgica postconciliar plantea a la fe de los católicos. Este texto ha sido presentado oficialmente al Sumo Pontífice en febrero de 2001.
Deseando remontarse a las causas propiamente doctrinales de las crisis actual, los autores han procurado poner en evidencia de los principios que originaron esta reforma litúrgica para confrontarlos con la más sólida doctrina.
La lectura de este documento muestra que la "teología del misterio pascual" es el alma de la reforma litúrgica. Como esta nueva doctrina modifica radicalmente el misterio de la Redención; como transforma la definición clásica de sacramento para hacerlo entrar en el nuevo concepto de "misterio"; como usa una noción de "memorial" que altera la dimensión sacrifical de la Misa, la "teología del misterio pascual" ha dado origen a una nueva liturgia, sustancialmente diferente de la liturgia romana tradicional.
Es un estilo sencillo y claro, evitando toda polémica, los autores ofrecen un análisis muy preciso de las modificaciones sufridas por la liturgia, una comparación sorprendente de dos teologías (la clásica y la nueva), y una sobrecogedora confrontación con la enseñanza auténtica del Magisterio, especialmente a través de los textos del concilio de Trento.
Este trabajo renueva en profundidad nuestro conocimiento del estado actual de la liturgia y lleva a una grave conclusión: desde el punto de vista de la fe, la reforma postconciliar suscita los más serios interrogantes que los responsables de la iglesia no podrán eludir indefinidamente.