Fátima, Roma, Moscú
Fátima, Roma, Moscú
La consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María esta pendiente. lo afirmó el mismo Santo Padre Juan Pablo II en el Osservatore Romano, órgano oficial del Vaticano.
En su acto de consagración, el 25 de marzo de 1894, el Papa Juan Pablo II agregó una pequeña modificación en el texto, lo que deja entrever que estaba consciente de no haber todavía cumplido con las exigencias del Cielo en forma completa.
Después de haber proferido las palabras centrales de acto de ofrecimiento y consagración:
"De modo especial confiamos y consagramos aquellos hombres y aquellas naciones que tienen necesidad particular de este entrega y de esta consagración."
El Santo Padre intercalo, espontáneamente, la siguiente frase en el texto:
"Madre de la Iglesia: ilumina al pueblo De Dios en los caminos de la fe, de la esperanza y de la caridad. Ilumina especialmente a los pueblos de los que Tú esperas nuestra consagración y nuestro ofrecimiento."
Este agregado fue publicado e el mismo Osservatore Romano, edición en español del 1 de abril de 1984, y permite suponer que el Papa sabía que los requisitos del Cielo para la consagración de Rusia no habían sido cumplidos todavía completamente, ni en la consagración del 13 de mayo de 1982,ni en la del 16 de octubre de 1983, ni en la que estaba realizando en ese momento, ya que podría haber dicho: cuya consagración Tú has esperado de nosotros. Esta suposición se convierte en certeza en cuanto el Papa, en la tarde de ese mismo día, en el momento de despedir a la estatua original de Nuestra Señora que había hecho venir desde Fátima, y tras un momento de oración, se acercó a la imagen e, improvisando, pronunció estas palabras:
"(...)Hemos querido elegir este domingo (...) para este acto de entrega, de consagración del mundo, de la gran familia humana, de todos los pueblos y especialmente de los que tienen necesidad suma de esta consagración y entrega, de los pueblos para los que Tú esperas nuestro acto de consagración y entrega."